DECÁLOGO DE LA COMBUSTIÓN DE LA LEÑA

Incluso el aparato de mejor calidad, puede perder gran parte de su eficiencia si no se utiliza correctamente.

ENCENDER EL FUEGO DESDE ARRIBA. La leña se debe ordenar colocando las piezas más grandes abajo y las más pequeñas arriba, sin sobrecargar el hogar. La carga de leña debe encenderse desde arriba y no desde abajo para obtener una combustión más homogénea.
LA NUEVA CARGA DE LEÑA SE TIENE QUE REALIZAR CUANDO SE HAYA FORMADO UN LECHO DE BRASAS, NO MIENTRAS TODAVÍA HAY LLAMA.
ASEGURAR LA CANTIDAD ÓPTIMA DE AIRE, QUE CONTENGA EL OXÍGENO NECESARIO PARA UNA CORRECTA COMBUSTIÓN. Dejar espacio entre la leña y las paredes del hogar para que el aire de la combustión pueda circular y la llama esté siempre viva.
REDUCIR LA ENTRADA DE AIRE GENERA MÁS CONTAMINACIÓN EN DETRIMENTO DEL RENDIMIENTO. El aire de combustión debe cerrarse sólo cuando las brasas queden sin llama y se quiera apagar la estufa, para garantizar que se enfría lentamente.
MANTENGA SIEMPRE CERRADA LA PUERTA DE LA CÁMARA DE COMBUSTIÓN.
USAR SIEMPRE MADERA VIRGEN Y SIN TRATAR. Es mejor no usar maderas de coníferas, alanos alisos y sauces pues producen mucho humo y hollín. Las maderas más adecuadas son el roble, el olmo, el fresno, la encina y el haya.
NUNCA QUEME CAJAS DE FRUTAS, PALLETS, PERIÓDICOS, CARTONES O MUEBLES, PIEZAS PLÁSTICAS… pues generan sustancias muy peligrosas para la salud humana. No utilizar ramos o papeles para el encendido.
ALMACENE LA MADERA COMPRADA O DE PRODUCCIÓN PROPIA PARA SECAR EN UN LUGAR BIEN VENTILADO AL MENOS DURANTE DOS AÑOS. Una buena leña tiene una humedad de menos del 20%, puede ser útil tener a mano un medidor de humedad. Si la madera está almacenada fuera, es aconsejable dejarla en casa el día anterior.
CONTROLAR EL HUMO QUE SALE DE LA CHIMENEA. Alrededor de un cuarto de hora después del encendido, el humo se vuelve invisible si el encendido y la combustión se realizan correctamente. El humo oscuro y denso indica una combustión incorrecta y más contaminante. Una buena combustión produce humo casi invisible a la salida de la chimenea, sin olor desagradable, ceniza fina de color gris-blanquecino.